La violencia contra la Mujer está tipificada como delito y puede ser denunciada penalmente ante la fiscalía. Y no sólo hablamos de violencia física y psicológica, hablamos también de violencia sexual y patrimonial. Antes que todo, debes tener en cuenta que podés denunciar tanto a una pareja actual como a una ex pareja, esposo o ex esposo, y que en ambos casos se pueden solicitar medidas cautelares, esto es, se puede solicitar que se le ordene al presunto agresor que de ninguna manera siga con actos de violencia, ni que te haga llamadas telefónicas ni que escriba por WhatsApp, ni por mensaje de texto ni por ninguna red social. En caso de que esa medida se desobedezca, un juez penal puede tomar medidas más drásticas como podría ser incluso una prisión preventiva.
Por otra parte, si decides hacer la denuncia en un juzgado de violencia doméstica, de igual manera un juez dictará medidas cautelares consistentes en que el denunciado de ninguna manera se te podrá acercar, ni agredir, molestar, ni insultar. En determinados casos, esa medida se dictará también en favor de los hijos y del resto del núcleo familiar. Si tal orden es desobedecida, se pasará el caso ante la fiscalía por el delito de Desobediencia.
Sea que denuncies ante una fiscalía o ante un juzgado de violencia doméstica, es importantísimo que cuentes con el apoyo de un abogado conocedor de estos temas. Si el asunto llega a sede penal, podrás interponer querella y acción civil resarcitoria.
La violencia doméstica es un problema social, el cual debe ser combatido, en primer lugar, mediante la comunicación asertiva y el respeto a los límites, y en segundo lugar, mediante las organismos encargados de impartir justicia y de dictar órdenes que protejan la integridad.
La violencia contra la mujer es una conducta intolerable. Debemos generar una cultura de paz y de diálogo, pero mientras dicho cambio llega, las mujeres no deben dudar en acudir a la justicia para salvaguardar su integridad.
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